Caricatura en pintura digital de Melisandre La mujer roja acompañada por el relato El calor del fuego de Tomás Sendarrubias. Te adelanto un fragmento:
«… Seguramente esa noche no cenarían nada. El invierno estaba siendo duro en el Pueblo, y aún no se habían recuperado del asalto de los piratas que se lo habían llevado casi todo y habían destrozado todo lo que no habían podido cargar. Su padre y sus dos hermanos mayores aún trataban de encontrar a los restos del rebaño que se había escapado por los montes, y su madre lloraba la pérdida de su hermana mayor, a la que los piratas se habían llevado. El hambre le mordía el estómago, la noche anterior sólo habían tomado un caldo aguado, y ese día, nada para desayunar, nada para comer, y nada para cenar. Al menos, al destruir los cercados, los piratas les habían dejado madera para alimentar las hogueras. Pasarían hambre, pero no tendrían frío, y al menos habría luz. Y prefería sentir hambre a hundirse en la oscuridad, cada vez que miraba hacia ella, veía extrañas criaturas, sombras y monstruos. El hambre mordía, pero el miedo más…»
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